En una cacerolita calentamos la leche hasta que esté tibia tirando a caliente, pero nunca tiene que llegar a hervir. La temperatura puede ser parecida a si calentamos una mamadera. En ese momento retiramos del fuego y agregamos el yogur y la leche en polvo. Revolvemos bien y lo ponemos en un recipiente. Lo tapamos con papel film y lo envolvemos con muchos repasadores o toallas. Lo podemos dejar en el horno apagado toda la noche o por 12 horas para que se forme el yogur. Una vez transcurrido ese tiempo vamos a ver cómo tiene la textura del yogur. Le podemos agregar edulcorante en polvo y esencia de vainilla para que quede más rico. Para el colchón de frutas, cortamos unos trocitos de durazno en almíbar light con un poco del líquido. Lo pueden hacer con otras frutas y también con un poquito de mermelada light o sin azúcar. Por último le sumamos una cucharada de avena instantánea para sumarle más fibra. Y listo!!!! Si queremos más yogur, reservamos un vasito y volvemos a repetir el procedimiento 😍👏.